Jesús prometió a sus discípulos que ellos harían obras mayores que las que hizo él: Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre. Y todo lo que ustedes pidan en mi Nombre yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre yo lo haré (Juan 14,12-14). Esta promesa provoca los mayores entusiasmos y cuestionamientos en aquellos que buscan lo extraordinario y deslumbrante. Y podría llevarnos a menospreciar a los cristianos simples que, buscando una fidelidad a Cristo en la normalidad de la vida cotidiana, no parecen buscar obras llamativas. También en los Evangelios sinópticos hallamos promesas semejantes: Expulsarán demonios,...